Acá les paso el listado de libros con sus diferentes tipos de recomendaciones trabajadas ayer en el taller, además de YAPA les dejo uno de los libros:
Te recomiendo: El espejo africano, de Liliana Bodoc
Ayer me compré El espejo africano, de Liliana Bodoc, un libro que
realmente recomiendo por su dulzura y su calidad literaria. Me emocionó
hondamente.
Es una novela que tiene un objeto como protagonista, un pequeño espejo enmarcado en ébano que cabe en la palma de la mano. Es interesante por los temas que plantea (la libertad, la identidad), por su estructura, ya que el discurso no es cronológico y tiene avances y retrocesos, y por los recursos literarios que emplea, de un lirismo muy notorio.
Tan atrapante resultó su lectura que ni subrayé frases ni llegué a tomar el lápiz siquiera. Leí de un tirón. Marqué mentalmente una cita, que no puedo copiar porque no tengo los permisos (todavía) para hacerlo en este diario. Pero sí puedo reproducir la idea: los objetos guardan la historia de sus dueños, son como un antiguo mapa, que tanto arqueólogos como poetas saben leer.
Hay algo de búsqueda en la poesía. Una búsqueda de lo hondo de las cosas, de lo íntimo, de lo que no se ve pero está, del ser verdadero de las cosas. Me gustó mucho eso de los poetas como arqueólogos.
Lectura recomendada entonces. A ver si te emociona hasta las lágrimas como a mí.
Es una novela que tiene un objeto como protagonista, un pequeño espejo enmarcado en ébano que cabe en la palma de la mano. Es interesante por los temas que plantea (la libertad, la identidad), por su estructura, ya que el discurso no es cronológico y tiene avances y retrocesos, y por los recursos literarios que emplea, de un lirismo muy notorio.
Tan atrapante resultó su lectura que ni subrayé frases ni llegué a tomar el lápiz siquiera. Leí de un tirón. Marqué mentalmente una cita, que no puedo copiar porque no tengo los permisos (todavía) para hacerlo en este diario. Pero sí puedo reproducir la idea: los objetos guardan la historia de sus dueños, son como un antiguo mapa, que tanto arqueólogos como poetas saben leer.
Hay algo de búsqueda en la poesía. Una búsqueda de lo hondo de las cosas, de lo íntimo, de lo que no se ve pero está, del ser verdadero de las cosas. Me gustó mucho eso de los poetas como arqueólogos.
Lectura recomendada entonces. A ver si te emociona hasta las lágrimas como a mí.
Mar de sábanas
Pablo Pérez
Ilustraciones de Pablo Auladell.
Madrid, Editorial Anaya, 2003. Colección Los Álbumes de Sopa de Libros.
Recomendado a partir de los 5 años.
Pablo Pérez
Ilustraciones de Pablo Auladell.
Madrid, Editorial Anaya, 2003. Colección Los Álbumes de Sopa de Libros.
Recomendado a partir de los 5 años.
¿Quién no ha soñado alguna vez con ser el
dueño de un mar? El protagonista de esta historia es dueño de muchos: los mares
de agua dulce de su bañadera, a los que no les tiene miedo porque sabe cómo
dominarlos; el mar salado que comienza en la playa y que, aunque comparte con
otra gente, sabe que es suyo porque cuando se mete bajo las aguas es capaz de
oírse a sí mismo.
El que más le gusta, sin embargo, es su mar
secreto. Aquél que sólo él conoce y que está dentro de su cama, entre las
sábanas de arriba y las de abajo.
"Por las noches todos piensan que me
meto en la cama, pero yo me sumerjo en ella y vivo grandes aventuras. ¡Pobres!,
afuera piensan que estoy durmiendo".
En este mar no hay pesadillas porque no
conocen el camino para llegar allí, los monstruos tienen miedo y desaparecen
corriendo y hasta es posible hallar tesoros olvidados. Sólo es cuestión de
saber buscar.
Lo único que le preocupa al dueño de este mar
de sábanas es perderse. "Si estás en él mucho rato, quizás te cueste
encontrar la salida." Pero cuando empieza a perderse en él, sabe que
es momento de pedir ayuda.
Unas ilustraciones bellísimas nos invitan a
sumergirnos en esta historia, ganadora del Primer Premio en el III Certamen
Internacional de Álbum Ilustrado "Ciudad de Alicante".
Recomendaciones de lectura
De Paola, Tomic: Oliver
Button es una nena. Ilustraciones: Tomic de Paola Balzola. Traducción:
Fernando Alonso. Editorial Miñón. Valladolid, España, 1986, 45 páginas.
Desde la primera página, en interesantes ilustraciones,
comenzamos a conocer a Oliver; lo más importante es que a él no le gustaba
hacer las cosas que se supone hacen los chicos (especialmente “varones”), sino
leer libros, pintar cuadros, ir a recoger flores, saltar a la cuerda,
disfrazarse, cantar y bailar como una estrella de cine. Hasta que un día, la
escuela hace un concurso… ¡y Oliver ganar el premio por su actuación!... Los
compañeros le dieron la mejor de las sorpresas escribiendo, con letras muy
grandes y en una pared de la escuela para que pudieran leer y ver “todos”:
“Oliver Button es un fenómeno”. (¿Se dieron cuenta que solamente cambiaron la
palabra “nena”?)
Montes, Graciela: Cuatro
calles y un problema. Ilustraciones: Miguel Ángel Pacheco. Madrid, España:
S.M., 1991, 62 páginas.
“Había una vez un chico más bien chico que tenía un problema
muy grande”. Así comienza este singular relato, dedicado a los que recién
empiezan a leer. Encontrarán una serie de episodios, protagonizados por
Panchito, que así se llama el héroe de este cuento; va de un lugar a otro, distantes,
hasta llegar a su verdadero destino: ¡el sillón de la casa de su dentista! Un
cuento acompañado de originales ilustraciones, del principio al fin.
Martínez Vélez, Oscar: ¡Guácala! Ilustraciones:
Patricio Bettio. México: S.M., 2003,
195 páginas.
Así comienza la historia de este chico,
que no tiene ninguna vergüenza en contarnos cómo se veía él mismo: “...Yo fui
un niño insoportable, consentido, grosero y llorón... De esos que escupen,
pican los ojos y muerden... que rompen los juguetes ajenos (‘y también los
propios’)”. Así sigue enunciando los beneficios de que gozaba, si se lo dejaba
cumplir con sus caprichos... porque se consideraba el rey de la casa. Decía:
“Si a la hora de comer me ponían un plato de sopa con verduras, yo decía:
¡guácala! Siempre contestaba lo mismo... hasta que, aquí comienza la historia
de cómo cambió mi vida y me convertí... ¡en un niño diferente!”. De esta manera
se presenta la extensa vida de este personaje, que atraviesa el tiempo durante
años y años, hasta que se convierte, de “insoportable”, en alguien diferente,
feliz para siempre. ¡Guácala! Ustedes, que han escuchado o leído este cuento,
¿saben lo que quiere decir esta palabra “guácala”? No se aflijan, yo tampoco lo
sé. Los invito a que después de leerlo, o escuchado atentamente, piensen en
una, dos o más palabras, decídanse por alguna, y me la mandan a “Lectura y
Vida”. Mientras espero, también yo buscaré un significado. ¿Quién guácala
adivinará?
(Prof. María Luisa Cresta de Leguizamón para la revista
“Lectura y Vida”.)
El monstruo de la lluvia
Marilar Aleixandre (textos) y Pablo Amargo
(ilustraciones)
Madrid, Ediciones SM, 2003. Colección Los Piratas.
Recomendado a partir de los 4 años.
Madrid, Ediciones SM, 2003. Colección Los Piratas.
Recomendado a partir de los 4 años.
Una noche de invierno, Chis descubre al monstruo de la
lluvia. Lo ve acechando por las ventanas, circulando silenciosamente por los
tubos de agua hasta encontrar alguna abertura en las piletas de los baños o las
cocinas, y llegar por ella al interior de una casa. El monstruo de la lluvia
busca niños para arrastrarlos por las alcantarillas y disolverlos en el fondo
de los desagües. Porque los niños tienen una parte de sal o de azúcar, que el
monstruo sabe disolver.
Entonces Chis decide seguirlo. Toma su paraguas rojo y
va tras él.
Empuñando su paraguas, cuyas varillas pueden llegar a
convertirse en varitas mágicas si uno las necesita, Chis se mete en una
alcantarilla. No tiene miedo. El monstruo de la lluvia llama con una voz dulce
a los niños, pero Chis los protege con su enorme paraguas rojo, enfrentándose
al monstruo, quien, enfadado, sopla con todas sus fuerzas y cierra el paraguas
de Chis. Será la risa de los niños la única capaz de vencer al monstruo.
Las ilustraciones destacan un enorme paraguas rojo
sobre fondos blancos, azules, negros. Ya desde la portada, aunque en el título
no se lo mencione, se adivina la importancia de un paraguas que es más alto,
colorido y vistoso que los demás. Sólo habrá que animarse, como dice la
dedicatoria, a romper las sombras con él.
El monstruo de la lluvia fue
distinguido en España con el Premio
Nacional de Ilustración del Libro Infantil y Juvenil 2004.
Monstruos al teatro
Graciela Repún y Patricia Suárez
Ilustraciones de Lancman Inc.
Buenos Aires, Editorial Santillana, 2004. Colección Leer es genial; Serie Iguales y diferentes.
Recomendado a partir de los 9 años.
Ilustraciones de Lancman Inc.
Buenos Aires, Editorial Santillana, 2004. Colección Leer es genial; Serie Iguales y diferentes.
Recomendado a partir de los 9 años.
Seis obras de teatro, cuyas historias pertenecen a la
mitología griega, conforman este libro. Pero son historias con una
particularidad: ¡tienen a un monstruo como protagonista! Así presentan las
autoras su obra: "En las historias de este libro aparecen dioses y
héroes, pero principalmente son protagonizadas por monstruos. Algunos, como
ustedes verán, parecen más monstruosos que otros".
Cada una de las obras tiene una presentación, en la
cual las autoras relatan el mito griego. Después introducen a los personajes y
se levanta el telón.
Diálogos en verso, equívocos y mucho humor
caracterizan estas piezas teatrales, donde desfilan personajes y monstruos de
lo más extravagantes. La esfinge que exige respuestas rimadas a sus adivinanzas
para permitirles a los viajeros seguir su camino: "Contesta pronto,
viajero,/con rima que me estremezca:/¿cuál es el colmo de un carpintero/que un
día se fue de pesca?". La ninfa Eco, enamorada de Narciso, que es muda
y sólo puede repetir tontamente lo que otros han dicho. El minotauro, mitad
hombre, mitad toro, que lo único que desea es un amigo para no estar siempre
solo: "Pido que me envíen hombres y mujeres, ¡y se pierden en los
pasillos! Después dicen que apenas entran en el laberinto, yo me los como.
¡Pero si nunca encuentro a ninguno! Y yo me siento tan solo... Desespero por
tener un amigo". Ariadna, la hija del rey de Creta, locamente
enamorada de Teseo: "¡Ay, Teseo, Teseo, no tienes ni un pelito que sea
feo!".
Un libro ideal para divertirse entre amigos, aprender
un poco más sobre la mitología griega, y, por qué no, animarse a subir al
escenario.
Que la calle no calle
Poemas
a las calles de Buenos Aires
Adela Basch
Ilustraciones de María Delia Lozupone.
Buenos Aires, Ediciones Abran Cancha, 2005. Colección Caballo Rayo.
Adela Basch
Ilustraciones de María Delia Lozupone.
Buenos Aires, Ediciones Abran Cancha, 2005. Colección Caballo Rayo.
¿Un libro de poemas dedicado a las calles de Buenos
Aires? ¿Con música y todo?
Ésa es la original propuesta del libro de Adela
Basch, que viene con un CD donde están musicalizadas las poesías
(con la hermosa voz de Chica Martínez) para recordar las letras y seguir
cantando mientras uno pasea por la ciudad.
Quince calles dan origen a los quince poemas que
conforman el libro. La autora juega con el sonido de los nombres propios para
crear situaciones y personajes disparatados, como en el poema dedicado a la
calle Tejedor:
"En la calle Tejedor, / en el jardín de una
villa/ al asomarse la tarde / la vi a Ana, que ovilla. / (...) ¿Ovilla Ana las
hebras? / ¿O vi ya las cebras, Ana?"
O como en el poema "Bacacay":
"Por la calle Bacacay / pasa una vaca y se cae. /
Se levanta y dice: '¡Ay! / Esta calle se las trae."
Como ya es habitual en la obra de esta escritora,
juegos de palabras y mucho humor se entremezclan en las poesías. El resultado
es un bellísimo libro que rinde homenaje a las calles de
una ciudad tan encantadora como misteriosa.
El vuelo del sapo
Gustavo Roldán
Ilustraciones de Luis Scafati.
Buenos Aires, Editorial Alfaguara, 2005. Colección Alfaguara Infantil; Serie Morada.
Ilustraciones de Luis Scafati.
Buenos Aires, Editorial Alfaguara, 2005. Colección Alfaguara Infantil; Serie Morada.
Lo que más le gusta al sapo es volar. Y contar historias, claro.
Allí, en medio del monte, los animales se reúnen para escuchar las increíbles
y divertidas historias del sapo: el viaje donde casi conoció el miedo; la vez
en que saltó y se trepó a la luna; el día en que les habló a los dinosaurios
para explicarles que nadie es dueño del agua, como ellos creían. Su fiel
auditorio sigue cada una de sus palabras con admiración:
"—¿Y usted qué hizo? —preguntó la pulga—. Estoy
temblando de miedo.
—Me enojé casi del todo. Les grité, los insulté, pero
nada. El ruido que hacían tapaba todos mis gritos. No saben el ruido que puede
hacer un dinosaurio cuando se ríe."
Humor, ternura y sobre todo un profundo amor por la
naturaleza se mezclan en los relatos del sapo, quien también sabe escuchar
cuando es el halcón quien cuenta una historia. Tal vez el vuelo de este sapo
inquieto y viajero no sea tan magnífico y perfecto como el de los halcones y
las águilas, pero seguramente está más lleno de magia y misterio:
"—No sea modesto, don sapo —dijo el halcón—, que
yo sé hasta dónde es capaz de volar. No hay halcón que vuele hasta el lugar
donde usted encuentra sus cuentos. Más de una vez me dije: Halcón, ¿cómo hace
este sapo para volar tan alto?"
Mi papá
Anthony Browne
Ilustraciones del autor.
Traducción de Carmen Esteva.
México, Fondo de Cultura Económica, 2002. Colección Los especiales de A la orilla del viento.
Recomendado a partir de los 3 años.
Ilustraciones del autor.
Traducción de Carmen Esteva.
México, Fondo de Cultura Económica, 2002. Colección Los especiales de A la orilla del viento.
Recomendado a partir de los 3 años.
"Sí que está bien mi papá", nos dice el narrador de esta
historia, como si nos estuviera contando un secreto. Porque su papá no le tiene
miedo a nada, puede luchar contra gigantes o ganar la carrera de los papás en
el día del deporte. Es un gran bailarín y un excelente cantante. Es fuerte como
un gorila y feliz como un hipopótamo.
Las ilustraciones son ingeniosas y divertidas; nos muestran a un papá que
en ningún momento se quita su piyama rayado, sus pantuflas rojas ni su bata
amarilla así esté en un escenario junto a una bailarina o al frente de una
clase de matemática. Con su mano extendida logra echar al Gran Lobo Feroz y
haciendo un poco de equilibrio es capaz de caminar sobre la cuerda floja (la
soga donde cuelgan coloridos pares de medias). Una de las ilustraciones más
conmovedoras es la que lo muestra "saltando sobre la luna", con una
pequeña luna al fondo del jardín.
Todo lo que conocemos acerca de él es a través de la voz de su hijo, una
voz que nos interpela directamente, que nos quiere hacer partícipes del amor y
la admiración que lo unen a su padre:
"Yo quiero a mi papá. Y, ¿saben qué? ¡Él me quiere a mí! (Y siempre me
querrá.)"
Un libro de Anthony Browne
ideal para leer en familia.
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